El índice utiliza criterios como la magnitud del pipeline de desarrollo, que refleja el tamaño absoluto de la oportunidad de inversión renovable, para comparar el atractivo de los mercados de energías renovables. “Al normalizar con el producto interno bruto, podemos ver qué mercados se están desempeñando por encima de las expectativas para su tamaño económico. Encontramos que Chile sube del puesto 15 al 3”, señala el comunicado.

De acuerdo a EY, el país destaca por su desempeño sobresaliente en relación con su economía, prometiendo duplicar su capacidad en la próxima década y ofreciendo un terreno fértil para inversionistas que buscan mercados con ambiciosos planes de transición energética.

Esta medición internacional se da a conocer en el contexto de que el sector de energías renovables de Chile continúa creciendo, con más de 16 GW de capacidad instalada hasta la fecha. Se prevé que esta cifra aumente considerablemente durante la próxima década, impulsado por lo que ha prometido el gobierno en cuanto a medidas para reducir la burocracia en la inversión en el sector eólico terrestre.

El avance del almacenamiento energético, especialmente, en sistemas de baterías (BESS), promete ser un factor clave en futuras mediciones del RECAI. “A medida que la inversión en BESS crece y su implementación se proyecta cuadruplicar para 2030, su capacidad para estabilizar la red y manejar la volatilidad de precios será cada vez más valorada. Esta tendencia, junto con la modernización de la infraestructura de red, podría posicionar a Chile aún más alto en el ranking, al aprovechar su potencial para ofrecer soluciones de almacenamiento eficientes y versátiles en un mercado energético en constante evolución”, indica Pamela Méndez, socia líder de Servicios de Cambio Climático y Sostenibilidad de EY.

Sin embargo, Chile enfrenta retos como la expansión de infraestructuras y sistemas de almacenamiento. “Claves para atraer más inversión son un marco regulatorio que ofrezca certezas y agilice trámites, inspirándose en la solidez de mercados como Alemania y alineado con las mejores prácticas internacionales”, concluye la ejecutiva.